¿HIPERACTIVIDAD DESDE EL EMBARAZO?

     Un estudio, el primero llevado a cabo en humanos, en la Universidad de Southampton (Reino Unido), sostiene que los niveles de ácido fólico en el embarazo deben ser los adecuados, no sólo porque previenen los defectos del tubo neural, si no porque, además, podrian contribuir a reducir el riesgo de que su hijo tenga problemas de hiperactividad.
   
     Según los estudios realizados, el estado del ácido fólico de la madre durante la gestación, podría tener efectos sobre el comportamiento del niño.

     Las recomendaciones actuales son de al menos 400 microgramos de ácido fólico diarios antes del embarazo y durante las primeras 12 semanas.

     Se ha demostrado también que la carencia de algunos micronutrientes pueden estar vinculados a problemas de comportamiento en los niños.

     No podemos determinar qué niveles de ácido fólico son los potencialmente preventivos de estos problemas, sin embargo, sí sabemos que controlar otros factores ambientales pueden reducir las posibilidades de problemas de comportamiento en los menores.
Hablamos de niveles altos de estrés, donde las futuras mamas deben controlar con el aprendizaje de métodos de relajación.
Supuestamente, el estrés no debe conducir a cambios de comportamiento que puedan tener efectos negativos en el niño.
Comer una dieta equilibrada, tomar suplementos de fosfatos, no beber alcohol y no fumar, son las medidas que deben mantener las mamas durante el embarazo.